En 2012 tuvimos una plática en la que nos cuestionamos la idea que teníamos ambos sobre Simbiosis y el rumbo que queríamos tomar como estudio de diseño. Debo decir que fue bueno hacer una pausa y alejarnos un poco del contexto para poder ver las cosas desde otra óptica, habíamos estado tanto tiempo metidos en esa inercia de trabajo que no nos habíamos dado cuenta en qué momento las cosas habían cambiado.
Partimos de la idea que accidentalmente nos llegó durante una visita que habíamos hecho hacía tiempo a un prospecto de cliente. Durante esa reunión nos dijo que no tenía muy claro qué era lo que hacía Simbiosis y para sacarlo de su duda se nos ocurrió hacer una comparación entre nuestro trabajo y el de un sastre. -“Somos una especie de sastrería gráfica”- dijimos. Nos parecía muy interesante la similitud pues lo que hacemos en cada proyecto es precisamente untraje a la medida de cada cliente, el proceso es en gran medida artesanal, se cuidan los detalles y el buen gusto.
Esta analogía nos dio una pauta para comenzar a bocetar la marca. Fue un proceso largo, quizá una de las cosas más difíciles en este oficio es diseñar para uno mismo. Las ideas iban y venían, sin embargo no había una que comunicara mejor lo que hacemos y que nos definiera por los próximos años. El concepto de la sastrería gráfica nos estaba llevando por caminos en donde la marca lucía elegante pero muy estática, formal y demasiado sobria.
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Regresamos al principio y lo abordamos de distinta manera. La marca necesitaba frescura y movimiento, había que darle un sentido más alegre cuidando que no fuera demasiado extravagante. Queríamos algo que no fuera hecho por moda pues eventualmente dejaría de ser vigente.
El primer paso fue concentrarnos en el isotipo. Haciendo un análisis del anterior nos dimos cuenta que había que reforzar más la parte que forma el vínculo entre los dos elementos que simbolizan la simbiosis (en biología significa la estrecha relación que guardan dos entes en la que uno depende del otro para vivir, en este caso nosotros y el diseño, al menos nuestro diseño gráfico) pues podría interpretarse que se estaban separando ya que era muy delgada la parte que los unía.
El trabajo de bocetaje en esta etapa arrojó resultados interesantes, una estilización del isotipo que mantenía en esencia la forma del anterior pero con rasgos que mostraban una evolución. Se reforzó el vínculo que une ambos elementos haciéndolo más grueso y se eliminaron los círculos que acompañaban al cuerpo principal. Se le dió volumen y movimiento al símbolo por medio de un trazo diagonal que lo secciona en dos partes de distintos colores.
La morfología del isotipo producía un patrón circular que se podía subdividir en varias secciones las cuales nos dieron la pauta para trazar la tipografía. Fonéticamente la palabra simbiosis denota formas circulares y amables, a su vez éstas tienen una connotación enfocada hacia el movimiento. Partiendo del patrón definido por el isotipo se posicionaron las letras y se unieron con una linea entre una y otra para ilustrar de mejor manera el concepto de la simbiosis y que a su vez podría también tener un doble sentido en el que representa una especie de bordado que hace referencia un poco a la sastrería gráfica.