Videoclips musicales con motion graphics , una alternativa que nos ha llevado a recorrer distintos caminos y procesos. Después de todo, motion graphics, música y diseño gráfico han sido una combinación que siempre nos ha encantado. La canción se llama El Odio, y le pertenece a Spacemono. Una cámara de video, un rodaje durante una sesión de ensayo con la banda y muchas horas, pero muchas de rotoscopios y postproducción son los ingredients de este potente videoclip. La estética visual fue tomando forma a medida que avanzábamos en el proyecto. No planeamos nada de manera inicial, dejamos que las cosas fluyeran. Interesante ejercicio creativo que funcionó como desintoxicación de los procesos que normalmente seguimos en otros proyectos. El resultado: un videoclip visualmente transgresor que invita a la audiencia a buscar los detalles, a hallar los rostros de los integrantes detrás de las plastas amarillas, a preguntarse qué sucede y por qué aparecen esos titulares de periódicos intercalados. Una paleta de colores que cautiva por su contraste y que a la vez le da cierto aire de misterio. Textos que aparecen discretamente sobre las máscaras amarillas. Un videoclip con una atmósfera que se antoja cruda y provocadora.
Trabajar videoclips musicales con motion graphics como recurso visual vuelve mucho más interesante el proyecto. Aunque convierte el proceso en algo mucho más artesanal. El resultado siempre vale la pena. En muchas ocasiones no se tiene las condiciones para grabar imagen con una cámara de video. Entonces el proyecto se resuelve por completo en motion graphics. Lo que convierte a este recurso en una valiosa e increíblemente versátil herramienta de animación.